Bienvenido al lugar más frío de mi mente...

domingo, 26 de diciembre de 2010

A year ago...

A year ago, I set off for the greatest adventure ever!!

Even after all the bad things, I don't regret it...


jueves, 28 de enero de 2010

Countdown Boda Jo!

Hola Jo!

Como no tenía otro lugar donde ponerlo, te comparto tu countdown en mi blog!!


domingo, 24 de enero de 2010

Ser tan cursi finalmente pagó...

Esta es una de esas historias curiosas que seguro no contaría si no tuviera un blog, pero la verdad es que es una linda historia (por más que suene aterradoramente loser).


El viernes en la tarde recibí un twit de @ocesateatro en el que prometían regalar 5 pases dobles para la obra de El Año Próximo a la Misma Hora a las personas que escribieran las mejores historias de amor. La verdad es que estaba bastante aburrido y bastante confiado en mi habilidad de no ganar nada, por lo que decidí ponerme a redactar y enviar la fabulosa historia que  me llevó a estar tan enamorado.


La historia leía más o menos así:

Yo la conozco desde hace 5 años. Ella era tan solo una niña... bueno, si consideramos la diferencia de edades que tenemos y la etapa de vida que ella está viviendo, se podría decir que ella TODAVÍA es una niña. La conocí de manera realmente fortuita. Un amigo había conseguido trabajo musicalizando obras de teatro amateur de un club privado, y me había pedido que le ayudara. Yo había aceptado, con algo de desgane; el teatro no era algo que me llamara mucho la atención, pero el reto era bueno como músico amateur que soy, y yo creía que me serviría mucho a futuro. Lo que mi amigo olvidó comentarme es que estrenaríamos la obra en 2 semanas y yo aún no sabía ni de cuál se trataba. FAMA en la calle 42.. no sabía si era el nombre de la obra o si realmente existía una calle 42 en este país tan grande. La música estaba movida e interesante, pero estaba tan concentrado en sacarla que no había tenido tiempo de conocer a ninguno de los actores.
Pasó el tiempo y me gustaron varias de sus amigas. Ella ni siquiera resaltaba en mi mente. Hoy me digo a mi mismo que llevábamos una relación como de niños chiquitos: A mí ella no me caía bien, porque yo no le caía bien, y estoy seguro que eso era porque no nos pelábamos. Pasaron los años, y vinieron obras como Godspell, Mamma Mía!, Vaselina...
Después montamos Peter Pan con los niños chiquitos del teatro. Recuerdo que para estas fechas no sólo nos caíamos bien (situación que después de 4 años por fin se dio), sino que ya había algo más. Ella iba a verme al teatro, exclusivamente a mí (o al menos eso me gusta creer) y ya existía un vaivén de elogios y mensajes de amor entre nosotros. Empecé a salir con ella en diciembre del año antepasado, apenas 3 meses después de que terminó Peter Pan. Salir con alguien era algo nuevo para mí, pues llevaba esos mismos 4 años sin novia, y sin buscar a una. Salimos varias veces y me fui enamorando poco a poco de ella, de su forma de ser, de su sonrisa, de sus canciones, de su mirada, de sus labios...
Pasaron 3 meses de que salíamos y yo no estaba seguro de qué era lo que sentía por ella. Aún no la había besado, pero me moría de ganas de hacerlo, aunque no sabía si era mi condición de hombre solitario por 4 años la que me impulsaba a hacerlo. La verdad es que no quería lastimarla. Sabía que yo le gustaba, y no quería decepcionarla. Quería estar 100% seguro de que quería estar con ella, de manera que no hubiera manera alguna de poder lastimarla. En abril, finalmente tomé la decisión: estaba enamorado de ella, y quería tenerlo todo con ella. Entonces, pasó algo que ninguno de los dos pudimos haber previsto. El día que pensaba decirle todo lo que sentía por ella, me dijo que sus papás le habían conseguido irse un año sabático a Irlanda a que viviera sola, perfeccionara su inglés y trabajara. ¡Qué absurdo! ¡Ella tiene el mejor inglés que he escuchado en una mexicana de su edad!
 - "No me quiero ir, porque no quiero dejar a mis amigos... y... todo lo que está surgiendo contigo...", me dijo.
- "¡No seas tonta!", le contesté, casi mordiéndome la lengua, "Es una experiencia única que tus papás te consiguieron... ¡tienes que irte! ¡Ve y disfrútalo! Tus amigos y yo no nos vamos a mover de aquí..."
 Y así fue que se fue a Irlanda... Yo no me pude contener, y antes de que se fuera, le confesé lo que sentía por ella, cosa que no quería hacer para no ser un obstáculo en su viaje. Han pasado 6 meses desde que se fue, y el mes pasado, gracias a mi trabajo, tuve la oportunidad de irla a visitar. A pesar de que solo estuve 10 días con ella, nunca había sido tan feliz en mi vida...


Y con mis habilidades de escritura promedio de alumno de 3° de Secundaria, ¡conseguí ganarme esos boletos! El día de hoy fui a la obra y quedé bastante impresionado.

¡No se pierdan en mi próxima entrada la reseña de la obra!



martes, 12 de enero de 2010

La Sala de Espera

No era solo el silencio oscuro de una ciudad queriendo despertar a media mañana...


No era tampoco el hecho de explorar territorios desconocidos, tan diferentes como una terminal de aeropuerto puede ser en distintas partes del mundo...


Ni siquiera el hecho de que me había atrevido a "cruzar el charco" por primera vez en mi vida, dejando atrás trabajo, escuela, familia, amigos y preocupaciones, aunque fuera sólo por 10 días (o sea, una eternidad)...


Era el hecho de que volvería a verte! Seis meses habían pasado desde aquella última vez que no había habido una pantalla separando nuestros rostros o una bocina separando nuestras voces, y sin embargo cada día podía sentirte en sueños y en fantasías, de esas que tiene uno cuando está despierto, distraído, enamorado...


Cuando me bajé del avión, quise concentrarme: absorber cada sencillo detalle de la nueva cultura con la que me encontraba cara a cara, y, sin embargo, mi hipocampo no dejaba de mostrarme tu imagen. Poco a poco, retomaba mi concentración: ¿qué diferencias tiene el inglés de los irlandeses con el de los británicos?, ¿de dónde surge el gaélico?, ¿por qué es tan importante St. Patrick?, ¿por qué el shamrock es la planta nacional de Irlanda?...


¿Cómo te verás en vivo y en directo después de 6 meses...?


Existía en mí un miedo natural por no haberte visto en tanto tiempo. ¿Cómo podrías seguir interesada en mí, un hombre común y corriente como hay miles en todo el mundo e incluso los hay más cercanos a ti? Comenzó a invadirme la frustrante duda: ¿había tomado la decisión correcta en haber venido a visitarte?


Sin darme cuenta, ya había cruzado todos los checkpoints de seguridad que había que pasar y ya hasta tenía mis maletas en la mano. Aparentemente, mi cuerpo y mi inconsciencia ya habían decidido por mí: verte era más importante que pensar incluso.


Finalmente crucé la puerta del aeropuerto. Mi mente te imaginaba en cada persona que se encontraba en la sala de llegadas del aeropuerto. No estuve lejos de querer ir a saludar a cada una de ellas, con la emoción de encontrar sus caras llenas de esperanza y ansiedad. Y fue ahí cuando apareciste: mi corazón dio un brinco. Probablemente, mi corazón te vio primero que mis ojos, porque sentí como mi pecho se aceleraba y se estremecía por dentro, tratando de jalar mi cuerpo hacia donde estabas. Fue por eso que voltée hacia tus ojos, que me mostraron el calor de hogar y que mis labios buscaron en los tuyos la felicidad de la que habían carecido por lo que ya parecía una eternidad.